Recursos humanos cómo evitar sus malas influencias

¿Cuál debería ser el objetivo de un empleado que no tiene más remedio que trabajar para una empresa? La respuesta es buscar el beneficio propio, lograr aumentos de sueldo y no dejarse influir por las medidas del departamento de recursos humanos.
Para la consecución de estos objetivos será indispensable conocer las artimañas que se ponen en funcionamiento dentro de la organización.

Algunos ejemplos:
  • Revistas, folletos y otras publicaciones que sólo se brindan a gente de cierto rango. Como empleado no se le debe prestar atención, si vienen cerrados dentro de sobres no abrirlos y dejarlos que se acumulen. De todas maneras, jamás tienen información interesante e importante para uno. Sólo encontrarán las fotografías oficiales de directivos (como si fuesen presidentes muy importantes) y otros reportajes en el que se explayan sobre los logros de la empresa.
  • Elementos que poseen diferencias de acuerdo a la persona que lo posea. Un ejemplo muy conocido es el de una empresa que otorgaba ceniceros con ribetes de oro a los cargos altos mientras que los demás debían conformarse con ceniceros simples. ¿Para qué puede servir un cenicero con ribetes de oro? Para absolutamente nada…. Así que no es motivo de orgullo tener un elemento personalizado por tener un alto cargo lo importante para vivir es contar con el dinero suficiente para hacer frente a los gastos y otras necesidades que uno tiene. En lugar de tener un cenicero con ribetes de oro es infinitamente mejor tener lingotes de oro guardados en la propia caja fuerte.
  • Cenas y celebraciones empresariales. En lugar de asistir es mucho mejor dedicar el tiempo a los negocios y/o inversiones propias. No es una buena idea buscar sobresalir en estos lugares. No hay que olvidar que allí reina la hipocresía y la falsedad.
  • Medallas, esculturas y otras distinciones. Si se tiene la suerte que sean obras bonitas servirán como adornos pero no valen ni un centavo y mucho menos vale la pena esforzarse por conseguirlos. Mejor es acudir a una tienda de adornos y comprar uno realmente lindo. No hay que olvidar que el objetivo es lograr obtener dinero y acumularlo no importa si la empresa también lo logra.
  • Torneos y competiciones deportivas. Estas tienen por fin crear lazos de amistad entre el personal. Pero trabajar en una organización es una situación de competencia constante en las que el beneficio propio debe reinar sobre todo lo demás. No se debe ver a los demás como amigos ya que no son más que competidores. Es posible que en algunas situaciones sea necesario el trabajo en equipo pero cuando no se precise no se debe vacilar en buscar la autonomía aunque ello puede perjudicar a otros. De todas maneras, ese otro habría actuado igual si hubiese tenido la oportunidad.
Si gran cantidad de empleados no prestase atención a las tácticas que ejerce el departamento de recursos humanos entonces no habría más alternativa que incrementar los sueldos. Y en dicho caso sí valdría la pena esforzarse un poco más para obtener un aumento. Pero mientras existan individuos que se alegren por recibir una medalla, un cenicero con ribetes de oro, una lapicera o lo que sea siempre existirá la posibilidad de lograr que la gente incremente su producción a cambio de nada.


Recursos humanos: lavado de cerebros dentro de las empresas

Toda persona que haya trabajado en una empresa conocerá las artimañas que el personal de recursos humanos realiza para ganarse el “corazón” de los empleados. Lamentablemente estas prácticas son bastante efectivas en las personas y no sólo sobre aquellas que tienen una voluntad débil e influenciable sino también en otros que a pesar de tener carácter no logran percatarse de que están siendo sometidos a prácticas que buscan manipularlos.
¿Por qué existe el departamento de recursos humanos? Por que es más sencillo pagar a un grupo de personas para que logren manipular a los empleados que incrementar el sueldo o dar incentivos monetarios. Técnicamente esto no es ilegal y ni siquiera va en contra del mercado pero son los propios empleados que acatando y actuando de la manera deseada le brindan poder a estas medidas. En lugar de pensar que deben buscar el beneficio propio e incrementar su cuenta bancaria los empleados pueden ser seducidos para que antepongan los objetivos de la organización por encima de los suyos. Lo que vulgarmente se conoce como “ponerse la camiseta de la empresa”. Esta actitud sí, va totalmente en contra del mercado y es muy nociva para quienes trabajan en relación de dependencia ya que ellos no obtienen ningún beneficio directo y si lo obtienen no son más que unas pocas monedas a costa de una enorme cantidad de horas, trabajo y esfuerzo. ¿Por qué habría de esforzarse una persona si su riqueza no aumenta? Porque el departamento de recursos humanos hizo bien su trabajo y logró manipularlos. Nada más patético que ver a empleados (incluso grandes cargos) celebrar los “triunfos” de la empresa. ¿Para qué si eso no se traduce en más dinero para uno? ¿Qué le puede importar que a la empresa le cierren bien los balances y obtenga ganancias? Esta actitud de sentir cariño a una empresa es realmente un ataque durísimo para las finanzas personales ya que los empleados tienen a pensar exclusivamente en su trabajo en lugar de buscar maneras de incrementar su capital propio. Muchos no tienen más ingresos que el que obtienen cada mes fruto de su trabajo en relación de dependencia y cuando llega la edad de jubilarse se percatan que no son absolutamente nada y que su querida empresa se olvida de ellos en unos solos segundos.
Sentir cariño por una empresa ajena no sólo es ridículo sino también muy perjudicial para las finanzas personales.
Un artículo aparte merece la citación de algunos ejemplos de prácticas que buscan manipular a las personas.


Razones para ser emprendedor

Apenas uno ingresa a una empresa puede respirar un aire de vida ficticia que es compartida por la gran mayoría de los empleados. Esta falsa realidad implica que existe una especie “ser supremo” (presidente, gerente general y otros cargos) al que todos le rinden una pleitesía que ni siquiera las personas más importantes del mundo la solicitan.
Estos pseudos seres supremos no se dan cuenta que no son más que unos esclavos con cadenas de oro, pero esclavos al fin. Si bien pueden gozar de grandes sueldos estos deben vivir pendientes de sus funciones. Ni siquiera cuando se encuentran de vacaciones pueden dejar de lado sus obligaciones ya que Internet hace que no exista la posibilidad de dar una excusa. Esta es la esclavitud a la que se someten estas personas y encima creen ser seres superiores.
Estos seres supremos son solo un número más dentro de la compañía, tal como lo es un empleado de medio y bajo rango. Y cuando por cuestiones del destino quedan en la calle se dan cuenta que su superioridad jamás existió y que son igual o más vulnerables que sus antiguos subordinados.
La falsedad que reina dentro de una organización es realmente agobiante y molesta. Si bien, uno puede elegir no rendir pleitesía a gente que fuera de las puertas de la oficina no es más que un individuo vulgar la situación no deja de ser molesta. Este motivo puede tenerse muy en cuenta a la hora de decidir montar un emprendimiento propio ya que de esa manera uno se libra de estos seres indeseables.
Desde un aspecto psicológico se puede decir que estos pseudos seres superiores poseen en la mayoría de los casos un serio complejo de inferioridad y por ello, se comportan como si fueran los dueños y señores del mundo cuando logran escalar en el organigrama de la organización. ¿Cuál es la mejor arma contra ellos cuando se los tiene como jefes? La respuesta es sencilla, tratarlos con respeto y naturalidad tal como si se tratase de un extraño pero sin darles el gusto de rendirles “tributos”. Ya que mientras se sea educado no tienen por qué quejarse.
Otro motivo para dedicarse a los proyectos propios son las políticas que llevan a cabo el área de recursos humanos pero estas merecen un artículo aparte.




Empresarios desde niños – caso de Warren Buffet

La gran pregunta que muchos se hacen es si para ser empresario es necesario haber nacido con un conjunto de cualidades especiales o si por el contrario, se las puede adquirir y desarrollar a través del tiempo.
La respuesta, como es de esperar, no se corresponde con un absoluto sino que se mueve dentro de una línea gradual en la que las capacidades propias del individuo y el medio con el que se rodea ejercen influencias variables.
Pero sin lugar a duda, la niñez es una etapa clave en la que muchos potenciales comienzan a hacerse notar y el ser empresario también aparece a edad temprana. Un ejemplo, es el caso de Warren Buffet quien con tan solo 6 años de edad realizó su primer negocio al comprar 25 latas de coca cola y lograr venderlas a un precio superior al de compra. Este simple hecho hace que el cerebro trabaje en forma diferente y por ende, busque información y experiencias que serán muy útiles para cuando se cree un negocio formal.
Esto no quiere decir que una persona que no haya emprendido un pequeño negocio durante la niñez no pueda ser empresario sino que puede que corra con cierta desventaja frente a otras personas que posean dicha experiencia.